lunes, 1 de junio de 2015

Carrera del Corpus 2015

Hoy os dejamos con las sensaciones de 3 de nuestros corredores. María, Richi y Jorge os hacen un breve resumen de su experiencia en esta carrera tan característica de nuestra ciudad. Los tres "cronistas" se han ganado en poco tiempo un sillón en el salón familiar de Mushing Toledo.... y que sea para muuucho tiempo.


CRÓNICA DE MARÍA (Mariblommi)

Nos presentamos todos los musher salvajes antes de la hora fijada. Recogemos nuestros dorsales y a esperar. Nerviiiios, nervios y nervios.

Y salimos.

Por mi parte, como acordé con Richi, quería hacer la carrera con él, pero la masa de gente me hizo avanzar y perderle atrás.  Vi entonces a Marisulti, que últimamente en los entrenos y carreras es una bala, y me decido a engancharme a ella hasta que el ritmo lo permitiera.

Van llegando las primeras cuestas, y las bajadas "descarga piernas" como el Presi las llama.  Pasamos por la Cornisa y la gente muy amable ofreciendo fruta, agua... un detalle. Mi María dándolo todo. Y de esto que me entro la locura.  ¿una carrera dónde la gente que la ve no anima? Pues ya estan los corredores para animar a que animen. Todo el mundo nos animó: policías, basureros, extranjeros, asiáticos, ancianitas, los.voluntarios de la carrera.... y mi María ahí a tope!


Bajamos la Trinidad, y cómo no podía ser de otra forma... entrada a meta juntas y de la mano. Con una gran sonrisa, con un gran esfuerzo (ibamos a un ritmo mayor que en los entrenos) y una gran satisfacción.

La dieta del jamón y el vino nos espera!

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CRÓNICA DE RICHI

Las ocho de la mañana, no dejo que suene el despertador llevo más de media hora despierto. Estoy nervioso ha llegado el momento de realizar mi primera carrera, ¿cómo será? ¿Qué tengo que hacer cuando llegue?, ¿me llevo el DNI?. Fiel a las directrices marcadas por el Presi, a las nueve me encuentro en la Plaza del Ayuntamiento. Había ambiente, gente, he saludado algún conocido y aún así seguía nervioso pero en poco tiempo han ido llegando mis Mushinianos, la plaza se ha teñido de naranja y los nervios han desaparecido.

Ya estamos todos, ésto va a empezar, 3-2-1 adelante!!. Enseguida el naranja Mushing se va estirando Víctor, Jesús, Santiago, Jorge, Máster, Irene, Yayo los voy viendo alejarse, también diviso a María Bloom y María-Manolo Sulti que poco a poco van metiendo distancia y a otros ni siquiera los he visto cuando me han adelantado, yo me he unido a Luis y juntos hemos hecho todo el recorrido hasta que en San Juan de los Reyes nos hemos encontrado a Tamara que se ha unido a nosotros poniendo un punto de glamour  hasta meta.


¿La carrera? Simplemente genial. Al solo hecho de pasármelo bien con un estupendo grupo de gente, hoy hay que añadir el marco incomparable de las calles de este precioso Toledo, y para poner la guinda a la mañana Yayo ha sido la vencedora en su categoría ¡¡YAAAAYO, YAAAYO, YAAAYO!!.... además Mushing Toledo ha sido el tercer grupo más numeroso por lo que hemos recibido un trofeo con el cual haremos lo que hace Nadal con sus medallas……darle un buen mordisco.

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CRÓNICA DE JORGE (EL HIPSTER)


Atendiendo a la petición del presi (Víctor) me dispongo con mucha ilusión a escribir mi primera crónica para el blog del Club de Mushing Toledo. El motivo no es otro que mi participación, así como la de otros tantos miembros de la manada, en la XVI edición de la carrera popular Corpus Christi, celebrada en Toledo el pasado domingo 31 de mayo, que coincide con el día de la región castellano-manchega. Era un día festivo y Toledo estaba engalanado para la ocasión. La carrera prometía, 500 corredores, algo más de 5km de distancia, y un sin fin de subidas y bajas, de cuestas que parecían montañas de asfalto ardiendo, pues padecimos las altas temperaturas (más de 25 grados) de una ciudad de secano por estas fechas. Habíamos preparado el recorrido la semana anterior, y las sensaciones habían sido buenas, a pesar de que la manada está más acostumbrada a senderos, veredas y caminos que a estrechas calles y empedrados decimonónicos.

Antes de la salida (tumultuosa y algo agobiante), Rubén (Yako) y yo decidimos que vamos a tratar de hacer el recorrido juntos. El pistoletazo (no recuerdo que lo hubiera pero queda bien ponerlo) de inicio de carrera dio paso a una serie de regates y quiebros por las calles de la ciudad imperial antes de encarar el primero de los retos, el Paseo de Cabestreros (Cornisa), una subida de poco más de 200 metros que parece alargarse hasta el zig-zag previo a la cuesta de las cortes (Paseo del Tránsito). En este punto que se encuentra en el km 2,5 más o menos, una vecina de Toledo nos dio fuerza con un “baño” de gotitas con un pulverizador y también nos ofreció unos pedazos de naranja, a los que no dudé en echar mano.

Tras pasar la Sinagoga de Santa María La Blanca y el Monasterio de San Juan de los Reyes, nos enfrentamos, y digo bien, enfrentarnos, pues fue una dura pelea contra la fatiga y el calor, a la cuesta de la Calle Real, quizás la más dura de toda la carrera, tanto por su desnivel como por encontrarse casi al final del recorrido, cuando las fuerzas empiezan a flaquear, y el “frescor” de las piernas brilla por su ausencia. Es en esos momentos cuando se agradece el realizar una carrera en compañía: “Jorge, ¿como vas?, bien eh, venga que esto ya está hecho”.


La recompensa estaba cerca, tras un bonito paso por el cobertizo de Santo Domingo el Real y una serie de calles que no merece la pena recordar su nombre, sobre todo por el sufrimiento infligido a nuestras piernas, encaramos la cuesta que nos lleva prácticamente en volandas a la meta, situada en la Plaza del Ayuntamiento. Es en la cuesta cuando cojo el brazo de Rubén y en un gesto de compañerismo y de agradecimiento entramos juntos por el arco que ponía punto y final a una carrera popular cargada de alegrías y también de penurias, pues los mushers somos más de campo que de ciudad. El colofón a este agradable día lo puso la manada en conjunto, al llevarnos el tercer puesto por equipos y la victoria de Yayo en su categoría. ¡Vamos ahí esos mushers salvajes! Por cierto, no quería dejar pasar esta crónica sin dar las gracias a todos por la acogida que nos habéis dado tanto a Lina y a mí, como a nuestras perracas, Fuyu, Jara y Luna.



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