domingo, 29 de septiembre de 2013

I Carrera Popular de Montaña Soto del Real

"¿Qué dices?... ¿una carrera de qué?... ¿dónde?.... ¿que es la primera edición?.... ¿en el campo?... ¿cuestas?...vale, me apuntó".

Pues nada, hace poco vi que había una carrerita con muy buena pinta en un entorno que no conocía y que la estaban promoviendo algunos de los corredores cuyas aventuras sigo habitualmente por internet.

Me apunté con mucha alegría... pero según se iba acercando la fecha me iba acojonando un poquito. Ya no me podía echar para atrás. Algunos miembros del club habían decidido secundarme y eso siempre te obliga un poco más.

Llegado el día, iniciamos el viaje hacia el hermoso paraje que sería testigo de nuestra peripecia atlética. Roberto (junto a sus fieles escuderos: Antonio y Jesús), Manolo, Lara y yo partíamos de Toledo y Nerea e Isabel de tierras madrileñas.


Llegamos bien de tiempo (todos menos Nerea) y no paramos de ver caras conocidas, muchos canicrosseros intentando quitarse el mono de la mejor forma posible. Abrazos, besos...


Ya con dorsal en pecho todos los demás deciden calentar pero yo sigo con mi teoría: calentar es hacer kilómetros de más (y no ando yo muy sobrado precisamente).

Salida tranquila, un poco apretados al entrar en los caminos, pero se puede correr agusto. Comienzan las rampas, los resoplidos... las gotas de sudor comienzan a abrirse paso por los poros de la piel... y para arriba!!!.

Roberto y Nerea muy por delante.

Isabel, que para no querer forzar (está preparando una maratón) iba como una jabata.

Manolo dándolo todo a pesar de llevar 15 días parado.

Yo a piñón fijo... pin pan... pin pan...

6 kilometros cuesta arriba. La parte más dura estaba al final, justo antes del avituallamiento. Nos había costado llegar, pero allí estábamos. Un poquito de líquido y a por la cuesta abajo.... que no era tan cuesta abajo... o eso me lo parecía a mí.

Un tramito de asfalto y nos metemos en una trialera que me hace disfrutar como un niño al tiempo que veo transcurrir los kilómetros en mi gps. Hace tiempo que el grupo no es tan denso y que cada uno va haciendo la guerra por su cuenta.

Entramos en el pueblo.... último esfuerzo... gritos de ánimo de Larita, y mis compis de Polán.... y ya!. Llegamos. Una más para la buchaca.

12 kilómetros (aunque la medición no era muy buena) para ponerse a prueba, con una muy buena organización, sin aglomeraciones y rodeado de buena gente.

Todos mis compañeros cumplieron objetivos e incluso Nerea estuvo a punto de pillar podium.



Pero no todo se acabó cuando cruzamos la meta. Entonces empezó el tercer tiempo (ese es mi terreno): Pinchito de tortilla (cojonuda) y charleta con los amigos.


PERFECTO!.







1 comentario:

  1. Muchas gracias por los comentarios, llevas razón respecto a los 12 Km. no son exactos ni mucho menos, ha sido una espada de Damocles, pero como según los expertos que decían que en carreras de este tipo no asfalteras la medición exacta no es tan primordial pues tampoco hicimos más hincapié en ello, cada vez que hacíamos una medición salía una distancia distinta, entre 11,930 12,100 creo que nos movimos en esa banda, no obstante, lo trabajaremos más a fondo para la próxima, un abrazo

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