jueves, 18 de julio de 2013

Un día cualquiera

¿Qué se puede hacer un miércoles cualquiera del mes de julio?. Pues déjame que te cuente como se lo montan los miembros de Club Mushing Toledo.

Por la mañana nos dispusimos a realizar una ruta por la orilla del río Alberche. Unos 8 km en total... bueno... 8 kilómetros humanos, porque los perros creo que hicieron unos 25 km corriendo y unos 2 km nadando. jejeje.


Es una ruta muy sencilla y bonita ya que el paisaje adorna cada paso que das. Es necesario madrugar para no coincidir con los bañistas y así evitar posibles molestias.


Cantin no paraba de correr (con Jacko pegado a su culo) buscando sitios por donde poder tirarse al río. Una de las veces Manolo tuvo que acudir a su rescate ya que se había quedado atrapado en unas ramas, pero eso no le causó ningún trauma (ni a Cantin ni a Manolo)


Curro dejó impresionado a su dueño ya que no acostumbra a jugar mucho con otros perros, y sin embargo ayer no paró de hacerlo con unos y con otros. Incluso compartió su palo.


Cuco parece que ya ha perdido el miedo al agua aunque todavía le tiene algo de "respeto". Un par de veces le dio por hacer sus famosas carreras en círculo siendo perseguido por los demás. En una de esas Jacko casi desaparece en un agujero que estaba tapado por la maleza.


Algunos de los humanos nos remojamos en el río mientras que otros prefirieron ver los toros desde la barrera.


El camino de vuelta fue mucho más tranquilo. Los perretes estaban fundidos y se mostraban mucho más obedientes. Lo malo es que fuimos hablando de croquetas y galletas y nos entró un hambre de miedo.


A las 21.00 habíamos quedado con nuestros compis de Parla-Illescas para hacer un entrenamiento por tierras parleñas. Hasta allí nos desplazamos un nutrido grupo esperando que nos hubieran preparado un buen recorrido para poder "corretear", y la verdad es que Jorge, Nerea, Luci, Fernando y Noelia fueron unos magníficos anfitriones.

Hicimos un entrenamiento de unos 8 km. José y Manolo se lanzaron a tope desde el principio. Nerea y Fernando empezaron también muy fuerte pero luego se quedaron a esperarnos al Máster, a Petri y a mí. Lara y Alberto tuvieron que darse la vuelta porque Larita tenía molestias en la rodilla. Jorge (en bici) hacía de enlace entre un grupo y otro para evitar posibles despistes, y Montse (también en bici) me sirvió de liebre y animadora durante casi todo el recorrido.

Hubo varias anécdotas: El Máster volvió a correr descalzo durante algunos tramos, Sua y Otto nos acompañaron corriendo en libertad, Nerea utilizó algunas técinas muy extrañas de "adiestramiento positivo" para reclamar la atención de Sua, a Montse la pobre se la bajaba el sillín de la bici...

Pero sin duda lo mejor de todo fue volver a juntarnos, recordar buenos momentos, hablar de expectativas de futuro, reírnos juntos... y disfrutar... sobre todo disfrutar.

En fin, UN BUEN DÍA!!!.


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