Canicrosseando en Illescas

Cada vez que vamos a Illescas Fernando nos deja con ganas de volver, y esta vez no fue diferente.

Este domingo la expedición de Mushing Toledo se desplazó en manada hasta Illescas, localidad limítrofe entre las comunidades madrileña y manchega, famosa en el mundo entero por un bar que pone unas tapas de escándalo. 

Eso sí, para llegar a las tapas había que correr un poco para hacer hueco... y allá que fuimos!!.

Pero antes de correr nos reencontramos con gente que hacía tiempo que no veíamos (Isabel) y con caras nuevas (humanas y perrunas). Lucía debutaba con nosotros junto con Enzo, un perro con mucha energía al que Shiva marcó de cerca. Y por fin conocimos a Turrón el perrito recién rescatado por José Antonio y Montse.

El Máster estrenaba artilugio: una camarita que llevaba en la cabeza y que le permitió hacer fotos y vídeos de todo el mundo. Se lo pasó pipa.

Comenzamos el recorrido por un parque y continuamos por un camino ancho que nos deja a los pies de un sendero con multitud de toboganes muy entretenidos. A puntito estuvimos de llevarnos algún tiro de los cazadores que por allí rondaban y a los que Fernando tuvo que convencer para que cesaran de disparar a nuestro paso. Ahí apreté el culete un poquito... bueno... mucho. 

Totó iba como un tiro, e Isabel, que también está a tope, no le perdía paso.

Lucía decidió correr en solitario con Enzo para poder controlar su ímpetu.

Shiva seguía las intrucciones del loco de la cámara.

Lía me hace mucha gracia, porque tan pronto corre como se pone a jugar con el humano que lleva al lado. Menos mal que Petri la controla muy bien.

Jacko empezó flojito pero se fue entonando. La parte que más le gustó fue la del sendero.

Manuel, que iba de prestado (con Otto), aprovechaba los momentos en que Fernando nos adelantaba con la bici para correr más.

Lara (Cuco) aguantó perfectamente todo el recorrido. Esta chica es muy dura.

Por delante llevábamos a José (Rona), Santiago (Kira) y David. Flax estaba malito así que se quedó en casa.

Javi, todavía convaleciente de su lesión, ayudó a Fernando en las labores de coche escoba, y la verdad es que nos vino muy bien para que no se despistara nadie.

Casi sin darnos cuentas llegamos al final del recorrido y, como siempre, empezaron las risas, los comentarios, las bromas ... y las fotos. 

De pronto Miriam y Noelia aparecieron con una "cosita" en brazos. No sé si habrá arneses de canicross de su tamaño.

Y luego, los que se quedaron disfrutaron de las ya mencionadas tapas... y bien merecidas que se las tenían. Creo que la excusa oficial para ponerse hasta el culo era que estaban cogiendo fuerzas para la carrera de Cercedilla.

En fin, que lo pasamos genial como siempre. Gracias Fernando!