domingo, 4 de noviembre de 2012

Canicross Rivas 2012

Las previsiones meteorológicas no eran nada halagüeñas para este fin de semana, así que durante la semana muchos de los miembros de nuestro club habían tenido que deshojar la margarita... "voy.. no voy...voy... no voy...". Pero bueno, al final parece que la mayoría llegamos a la misma conclusión: ¡¡Voy!!

Estábamos avisados de que la carrera iba a tener su dificultad por el barro que seguramente se hubiera acumulado durante los últimos días... pero... ni de coña podíamos imaginar lo que nos esperaba.

Aunque Santiago (Kira) ya había corrido en Bargas, podemos decir que tanto él como Rubén (Roy) debutaban en "las ligas mayores".... y vaya debut!! jajaja.


Roy, nada más llegar al control veterinario, se puso tan nervioso que casi desmonta todo el chiringuito a los de la organización. El pobre no paraba de tiritar por los nervios y por el frío y la humedad. La veterinaria tuvo que flipar con tanto beagle.

La salida se retrasó 30 minutos porque tuvieron que hacer algún ajuste de última hora, así que decidimos irnos a los coches a resguardarnos porque la lluvia nos estaba calando.


A las 10:30 nos situamos en la salida. José Antonio (Rona), Máster (Shiva) y Santiago (Kira) en la parte media del pelotón. Petri (Amorak), Rubén (Roy), Jacko y yo en la parte trasera. Antes de que pudiera avisar a Rubén de que la mejor forma de controlar al perro en la salida es colocarse en un lateral me doy cuenta de que está bastante bien situado.


Cada uno tiene en mente su estrategia de carrera.

Los primeros 300 mts de la carrera discurren por asfalto. Salvo por algún cruce inesperado, la salida es bastante limpia y rápidamente nos plantamos en la entrada del parque. Dioossssss.... pero qué coñooooo???.... barro...bueno más que barro Cola-Cao.... barro por todas partes. No había ni un centímetro de lo que alguna vez parecía haber sido un camino que no no estuviera hecho un lodazal. 


Levanto la cabeza (pero no mucho por temor a pegarme una leche) y veo que Roy ha salido bien en contra de todas las previsiones. También veo un poco por delante a Santiago luchando con Kira porque no se habían puesto de acuerdo en el lado por el que pasar un árbol. Cosas del canicross...jajaja

A esas alturas todavía sigo impresionado y pensando en cómo coño íbamos a ser capaces de sobrevivir a esta "batalla".

Curiosamente los perros parecían disfrutar más de lo habitual, o por lo menos el mío que es un poco masoca.

Rondando el primer kilómetro llegamos al infierno: una cuesta abajo de la leche que escurría como si estuviéramos deslizándonos por el hielo. Alguien nos grita que nos salgamos de la ruta marcada y que crucemos por entre los pinos. Así lo hacemos. Susana Marchal, de Crossmadrid, me pega un ramazo en la cara... nos reímos un poco y continuamos. 

Comenzamos a atravesar arroyos, charcos que podrían ser considerados pantanos .... y de pronto veo a Rubén levantándose de su primer caída.


El pelotón ya está totalmente estirado y Jacko sigue tirando como un jabato de mí. Se lo agradezco sobre todo en las cuestas arribas porque, con lo que escurría el terreno, seguramente me hubiera quedado clavado en alguna.

No veo a Petri por ningún lado y pienso: "esta cabrona... ya no la cojo"... Luego me enteré de que la pobre se había pegado una "costalá" al poco de empezar. Aún así, como buena chica del norte, supo reponerse y continuar corriendo con su querido Amorak. Cuando llegó a meta tenía barro hasta en las gafas.

Empiezo a adelantar gente y en una de las curvas más cerradas se oye el ladrido de Kira, Jacko parece reconocerlo y aprieta todavía más. En ese punto ya había decidido que los charcos y los ríos los atravesaba por el medio y así lo hice ... chof... chof...

José Antonio iba lanzado con Rona, que últimamente está que se sale. Según me dijo estuvo a punto de caerse rodando fuera del camino. Montse le esperaba en la meta pensando " ¿y que coño hago yo aquí muerta de frío y mojada?".


El Máster, Santiago y Rubén fueron juntos hasta que el pobre Rubén aterrizó de cara sobre el lodo. 

Yo cojo a un grupito de 3 corredores (2 nórdicos y un mestizo) y Jacko pasa por su lado como si no viera a los perros, es decir, sin inmutarse y superconcentrado en correr... sólo correr.

Veo el km 6 marcado en el recorrido y me extraña un poco porque en el folleto de la carrera ponía que eran menos de 6 km.... pero seguimos corriendo.... ya no queda nada. Antonio (Sueño Ártico) me anima para que dé el último empujón. Una cuesta abajo, salimos del parque y ... a la meta!!!.

Allí nos reunimos todos, sonrientes como siempre y con 5 kilos de barro repartidos por todo el cuerpo.   Me entero de que el Máster ha quedado segundo... qué tiparraco!!.



Comentamos las anécdotas, las caídas, los amagos de "ostiones"... etc., y nos vamos a cambiar de ropa para evitar morir de pulmonía. Secamos un poquito a las fieras y nos vamos otra vez a la zona de salida para ver a Sergio y Alberto correr en categoría cadete. 

Alberto corría con Flax, el perrete de Miriam y David, que como buen cachorrón, es capaz de saltar, correr y jugar al mismo tiempo y encima ganar la carrera. Alberto llegó primero y muy sobrado. Es un crack!.


Sergio, el hermano pequeño, también quiso dejar su sello personal y, junto con Otto, deleitó al público con una magnífica carrera y un espectacular esprint que le aupó a la segunda posición. Un fenómeno!.


(A los padres, Fernando y Noelia tuvimos que cambiarlos varias veces el babero).


Con la sensación de haber protagonizado una aventura épica en primera persona, esperamos un poquito a que se repartieran los trofeos y a que David Jiménez se llevara casi todos los premios que sorteaban.


Hoy hemos vivido una jornada épica... y ya sabéis... lo que no te mata te hace más fuerte.


Tengo que dar las gracias a Marta porque gracias a ella, los miembros de Mushing Toledo que no han podido venir han estado informados (vía whatsapp) de nuestras evoluciones.

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