Miro el despertador, todavía son las 6 de la mañana… quedan
tres cuartos de hora para que suene el despertador,” puedo dormir un poco más”
pienso. Pero no. Los nervios no me dejan dormir, así que me levanto saludo a
papá y salgo con Shiva a dar una vuelta.
Al regresar a casa ya toca ir un poco deprisa, ponerse la
ropa de deporte, coger la mochila con las cosas preparadas, desayunar….
A las 8 estabamos en casa de Lara y Manuel esperando a que
llegasen los demás. En seguida llegaron Carlos, Víctor, Alberto, Jesús… ya
estábamos listos para marchar hacia San Agustín de Guadalix. En el viaje
pensaba dormir, así que me puse los cascos y cerré los ojos, pero ahí seguían
estando los nervios… Llegada al pueblo, preguntar dónde es la carrera, dar
vueltas y vueltas por el pueblo hasta que… ¡¡ENCONTRAMOS EL LUGAR DE LA
CARRERA!!
Aparcar ir a por los dorsales, los chips, a bolsa del
corredor con su camiseta y su caldo de pollo. Si, si, ¡¡nos regalaron un brick
de caldo de pollo!! Una vez listos con los dorsales puestos, los chips
cortándonos la circulación del brazo nos juntamos con Nerea, Pablo e Isabel.
¡Ahora toca maquillarnos!
Llegamos
a la zona de combate donde estaban las pinturas y 3 espejos. Allí fue la
primera lucha por encontrar las pinturas que queríamos y conseguir un espejo
donde poder vernos.
Madre
mía, qué caras tenemos.
El
ambiente se anima muchísimo se ve que la gente está llegando la mayoría
disfrazada, que si unos de gallina, que si otros de egipcios, los power
rangers… Y nosotros no íbamos a ser menos, nos calzamos nuestros pañales y nos
hacemos unas fotuelas, aunque hay que decir que los únicos que comenzaron la
carrera con los pañales puestos fueron Nerea, Pablo y Manuel (creo) jajaja cómo
lo tuvieron que pasar cuando se les mojaron los pañales.
Ya en
la salida… “TRES” grita la gente “DOS” gritamos todos, “UNO” el tiempo se para
y la gente comienza a correr. A mi cuerpo le cuesta asimilar que ya hemos
empezado pero aun así mis piernas comienzan a correr. Miles de personas
corriendo por la misma tierra, tierra que se levanta en forma de polvo. Cuesta
ver, se mastica el polvo, pero la sonrisa de felicidad no se me quita de la
cara.
Al
principio pierdo a Lara, Nerea, Pablo e Isabel por detrás, mi padre y Alberto
están a unos 20 metros, y Carlos, Manuel y Víctor van a la delantera.
Ahora
tocan unos km de carrera sin obstáculos, y lo primero que nos encontramos nada
más Salir del recinto es… ¡¡LA CUESTACA DE LA ETERNAL!!
Pero menos mal que el presi nos prepara para
estas cosas. La mitad de la cuesta la subo andando, es más de lo que pensaba.
Al subir me esperan Papi- Master y Homer (Alberto) dándome ánimos
constantemente. Fueron mi apoyo moral durante toda la carrera. Cada vez que los
veía pensaba “Vamos Martita, que te están esperando, dale duro” Seguimos
corriendo un rato, un paso luego otro, luego otro… ¡VAMOS!
Papi-Master
como siempre haciendo de relaciones públicas y gastando bromas con la gente.
“Ahora toca el spa” dice por decir justo cuando subimos por una esquina y nos
encontramos el spa, efectivamente, ¡¡PERO DE 25 METROS DE LARGO!!
Así
que entre risas y fotos saltamos a la piscina municipal. “Ya no podemos
mojarnos más, estoy segura” y al salir del agua… ¡El avituallamiento!
Aceitunas,
frutos secos, queso, patatas, nubes de golosina, acuarius, agua y vino para los
valientes.¡Qué bien para reponer fuerzas!
Después
de reponer seguimos corriendo un buen rato, pasamos el campo de atletismo donde
unos trogloditas se lanzaron en sprint por la pista “¿De dónde sacan éstos las
fuerzas? ¡Yo quiero!? Poco después Nerea, Pablo, Lara e Isabel nos alcanzan y
vamos todos juntos. En la subida al monte las fuerzas ya me flaquean bastante,
pero mi padre me silba desde la distancia. Más ánimos para mi. Con pasito corto y mala leche subo y bajo,
“¡Venga Marta, que ya se escucha la música y al speaker!”
Pumm…pum…pum…
Un
paso, otro otro.
Todos
van adelantados y yo corro sola unos minutos, por fín vuelvo a entrar en el
recinto, me acerco a las piscinas de barro cuando escucho “¡¡VAMOS
MARTA!!” era Prometeo, un amigo de mi
grupo de Toledo que ya había acabado.
Así que toca apretar.
Cuando
subo las montañitas y cruzo las piscinas escucho a Nerea y Lara dandome ánimos.
Volvemos a juntarnos todos.
Ahora
es momento de.. ¡La alambrada de pinchos!
Barro,
agua, ánimos y risa. Ya falta muy poco.
¡Vamos
a por el último camión, que ahora viene el tobogán!
Creo
que no hace falta decir nada del tobogán si habéis visto el vídeo. ¡¡Qué
golpazo te pegas al final!! Eso si.. madrecita qué de risas.
Pasamos
las ruedas, miro el crono de llegada. 1h 15m. ¡Qué buen tiempo! Peor queda por pasar
el último obstáculo. ¡Las horribles colchonetas rojas! “Esto es imposible”
Saltabas a un tubo, y te echaba para atrás, te cogían de los brazos y te
escurrias…
El
inicio del salto:
Cómo
acababas:
Pero
qué voy a decir…
Saltamos
la última colchoneta y esperamos a lo que quedaban. Alcé la vista al frente y
vi la meta. El corazón me latía con fuerza y las lagrimillas amenazaban por
salir. Íbamos a ser invencibles. Todos juntos. Todos a la vez.
La
felicidad era notoria. ¡Habáimos acabado!
Aunque
todavía quedaba una prueba. Ducharnos.
Llegamos
a los vestuarios de la piscina donde pudimos volver a ser personas normales y
corrientes.
Unos se fueron, otros nos
quedamos a comer. Pero todos somos unos campeones.
Jamás
podré agradecer a cada uno de vosotros el apoyo y los ánimos que me disteis.
Siempre
vosotros. ¡INVENCIBLES!
Enhorabuena, buena y divertida entrada, estoy por apuntarme el prósimo año... gg!!! Un saludo desde Asturias.
ResponderEliminarpróximo con X, se me fue el dedo!!!!
ResponderEliminarla verdad es que fue un gran día, lástima que no nos dejaran llevar a los perros jajaja
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