domingo, 17 de junio de 2012

Carrera Pedestre Popular Toledo Polígono 2012

Diossss mío ... qué calor!!.

A las 9:30 de la mañana ya todos teníamos el dorsal puesto y estábamos preparados para afrontar una carrera muy muy heavy


El calor ya se había hecho presente y castigaba nuestras collejas con dureza. Todo hacía presagiar que la cosa sólo era apta para valientes/imprudentes.

Antes de la salida, cuando estábamos apretujados unos contra otros, podías encontrar muchas gorras, muchas camisetas de tirantes... muchas bromas y, sobre todo, mucho corazón.

Lara quería correr con bolso y todo, pero al final la pudimos convencer para que se lo dejase a Montse, cuya presencia nos vino muy bien como ropero, llavero, fotógrafa ...

Como ya habíamos entrenado por ese recorrido, todos teníamos clara la estrategia a seguir. Por lo menos la mía estaba clara: Controlar mi ritmo desde el primer kilómetro.

Cuando se da la salida, Santiago (que últimamente está intratable), Manolo, Silvia, David, Rubén y José Antonio salen escopetados. Poco después Juan Antonio se iría en su búsqueda al darse cuenta que ni Lucía ni yo le íbamos a seguir.

Un poco por detrás venían Luis, Alberto, Master, Lara y Lola que fueron en pelotón durante la primera parte de la carrera.

Al pasar por la gasolinera de Sta Bárbara había un señor limpiando el coche. Como yo ya iba asfixiado, le pido que me enchufe con la manguera del agua, y muy amablemente cede a mis peticiones, cosa que los demás corredores agradecen enórmemente. Si hubiera podido le hubiera dado un beso en la boca.

A esas alturas, Lucía y yo nos íbamos adelantando mutuamente .... ahora me pasas tú, ahora yo, ahora tú... 

Poco antes de la temida cuestaca encontramos el primer avituallamiento. No sé de que marca sería el agua, pero a mi me pareció agua bendita traída directamente de los manantiales de Lourdes. 

Al poco de empezar la cuestaca, y justo después de que Lucía me dijera "ostias Presi, a tomar por culo" (en señal de protesta por la pendiente del recorrido), se me pega un tío que me recordó a Lolo (el bulldog de David y Miriam) por su forma de respirar. Estuve a un tris de echarle la zancadilla.

Las rectas del centro comercial y la del hospital se hacen interminables. Ni una sombra. Un par de corredores delante de mí, deciden dar su carrera por terminada antes de sufrir un golpe de calor. A uno de ellos le conocía, es un corredor habitual, y aunque intento animarle a que me siguiera, me dice "No tío, he petado".

A esas alturas quedaban unos cuatro kilómetros de infierno. La distancia entre corredores se hacía cada vez más grande y ya no quedaba otro que calarse la gorra hasta los ojos, agachar la cabeza...y sufrir. 

Lucía se me había quedado descolgada, pero estaba seguro de que le iba a echar un par de ...

Al doblar la esquina para entrar en la pista de atletismo, oigo como me llaman por mi nombre, pero voy tan "agilipollao" que casi ni me doy por aludido. Era Antonio, cámara en mano, que aunque hoy no corría, no quería dejarnos solos en esta aventura.

Últimos metros. Petri me anima. Hago acopio de mis últimas fuerzas y .... por finnnnn la Meeeetaaaa!!!.

Cojo el agua y la camiseta y busco a mis compis. Miriam nos estaba esperando con una rica sandía que me supo a gloria.  

Poco a poco van llegando todos. Salvo Rubén, que estaba un poco serio porque el calor le había hecho sufrir más de lo que se esperaba, todos los demás estábamos bastante contentos por haber sido capaces de acabar razonablemente bien. 

- Lola fue capaz de callar al diablillo que la decía que se retirara y terminar con mucho glamour.


- Lara acabó pletórica esprintando con el Master (que anima a cualquiera).


- Luis a lo suyo... al tran tran y a llegar como un campeón.


- Alberto y Lucía que entraron de la mano en meta como buenos compañeros (de trabajo y de carreras). Lucía venía de superar un lesión y Alberto está poniéndose en plan keniata.



- Manolo y David: los corredores felices, volvieron a dar un recital. Hay que ver como han mejorado estos dos en unos meses.


- Rubén: acabó jodido, pero aún así me sacó un trozo y fue capaz de terminar echándole coraje al tema.
- José Antonio: 44 minutos. No comment. Eso sí, esta vez no se hizo el chulito haciendo flexiones durante el recorrido. jajaja


- Juan Antonio: 49 minutos. Otra bestia parda. En la foto se puede ver como levita al más puro estilo Nerea.

- Silvia: QUINTAAAA!!!. Nada más que decir.


- Santiago: Cada día más en forma y con más sangre en los pezones.


Y luego, por si fuera poco, también corrieron los peques de Lucía y de Alberto, cuyas caritas de ilusión nos hicieron olvidar a todos nuestras penurias.

Otro gran día para el currículum de MUSHING TOLEDO.

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