jueves, 19 de febrero de 2015

María. Un año en la manada.

Ha pasado un año desde que una chica me contactó para poder venir a entrenar el recorrido de la carrera popular de Bargas (2 kms). Su intención era participar en nuestro canicross benéfico, pero tenía muchísimas dudas. Desde ese día, María ha sido capaz no sólo de canicrossear, sino también de terminar muy dignamente carreras de trail, debutar en la San Silvestre Toledana, etc. Además se ha convertido en un miembro muy activo e implicado en cualquier actividad del club, y la verdad es que eso se agradece.
Os dejo con la crónica de su primer año con nosotros.

“Un año en la manada”

Este relato no pertenece a una crónica habitual, ni a una entrevista, es más bien una suma de sentimientos y de recuerdos que hacen que tu vida sea un poco más especial. Algo que quería compartir con vosotros.

Algunos ya me conocéis, pero os dejo una breve presentación. Me llamo María Miguel Hernández, tengo 29 años, soy guapa, rubia natural, muy maja, un encanto de niña… jejeje, no en serio, toledana y amante cien por cien de los animales, dueña de una pequeña rata que me enamoró nada más verla, Sultán. El canijo tiene ahora dos años y medio, y gracias a él conocí esto del canicross. Antes mi actividad física era a través del coche hasta para ir a por el pan.


Encuentras un evento que se organiza en tu ciudad, algo así como correr con tu perro, y te planteas, bueno, todo sea por cansar al fiera. De esto fue justo hace un año, quedé con uno que organizaba un poco todo esto, muy majete el chico, Víctor creo que se llamaba, y pocos días antes de la carrera te ofrece un poco de su tiempo para enseñarte en que consiste. Mi primer “entrenamiento” (por llamarlo de una manera a hacer 2km) fue el 20 de febrero, y días después mi primera puesta en escena. La popular de Bargas, demasiados nervios pero lo encontré divertido. Acto seguido, empecé a incorporarme a los entrenamientos. El primero de ellos fue en Fuente del Moro, mucha gente y poca memoria, solo recuerdo la salida, como nos iban adelantando y un hombre iba diciendo por detrás “derecha, izquierda, bien Shiva…” lo único que pensé fue “con que Sultán aprenda el NO me vale”.

Poco a poco me fui integrando más, formando parte de algo que iba a cambiar mi vida. Cada vez iba aumentando las distancias, me daba un poco de vergüenza que tuvieran que esperarme, incluso me planteé el dejarlo, pero hay que reconocer que tenemos un “presi” muy persistente.

Mi primera carrera en condiciones fue en Ontígola, 5km, con la rodilla jodida pero se hizo. Agradecer ese día a Patri y Lolo su compañía durante toda la carrera y los ánimos del resto. Luego, como es costumbre hoy en día, saqué una tortillita y algo de picar, me da que fui quien abrió la caja de Pandora en ese sentido. 



Una pena que una vez que empiezas se acabe la temporada, pero lo bueno de este club es que no se quedan únicamente ahí, antes que nada son amigos, casi familia, y las salidas son constantes, aunque sea para dar un paseo. Enseguida me sentí como una más, las bromas, las charlas, y formar parte de sus recuerdos. Vas conociendo a las personas que antes asociabas al nombre de cada perro, y descubres grandes amigos, amigos a los que en un futuro vas a consultar un problema antes que a nadie. Podría decir muchos nombres, pero vosotros sabéis quienes sois. Quienes me habéis llamado, escrito solo para preguntar como estoy, aquellos que habéis vivido momentos duros y habéis hecho que me levante y no tire mi vida, GRACIAS. Gracias porque con vosotros he conocido una vida diferente, es difícil encontrar buenas personas hoy en día, y era porque este club las tiene a casi todas. Y gracias por dejarme formar parte de él, de vosotros, de vuestras vidas. 




Nunca me ha gustado el verano, pero he de reconocer que el pasado le disfruté, incluso con esos madrugones a las siete de la mañana para hacer esas rutitas, o esas comidas/cenas/cañas/barbacoas… Se agradece de vez en cuando llevar un ritmo igual que los demás. 


Y ya no solo por mí, sino por Sultán, verle integrándose con otros perros, y creando su propio grupo de amigos… Lo malo es que ha elegido a unos beagles locos, y está aprendiendo cosas que no debe, pero es un perrete que se hace querer. 

Los entrenamientos nunca cesan, y te vas dando cuenta que vas aguantando un poco más, poco a poco vas mejorando, o eso te hace creer tu manada. Procuro esforzarme, dar un poco más de lo que puedo ya no solo por mí, si no por vosotros, para agradecer la confianza depositada en mí.

Comienza la nueva temporada y dispuesta a hacerla casi entera. En la medida de lo que se pueda claro. Además tengo la suerte que algunos compañeros confían en mí como para dejarme a sus compis de cuatro patas, he tenido la suerte de correr con Nata, mi demonio blanco, tan loca en las salidas y tan solidaria conmigo ayudándome a mejorar. Neska, mi dama gris, una perra que me tiene enamorada, su mirada su carácter, preciosa. Y Shiva, esa loca desbocada, y tan encantadora.

Da gusto ver como la manada empieza a crecer, todo el que entra no sale, y no es porque nos lo carguemos, se quedan voluntariamente. Algo tiene que tener este club para enganchar así, una magia, un buen rollo que se transmite. El pertenecer a este club no solo te sirve para desconectar de tu rutina, que para eso están las natillas, sino para acabar el día con una sonrisa.

Una muestra de ello lo tenemos cuando se organizan entrenos y al final no somos únicamente verdes, naranjas o azules, sino un conjunto de amigos.

Para mí el canicross ha hecho que empiece a ver la vida de otra manera, que disfrute al practicar un deporte, porque no se trata de correr, se trata de avanzar en la vida. No me gusta marcarme límites, porque los voy a querer superar todos. Y llevo una racha que se está cumpliendo.

Lo mejor de cada carrera, es llegar y ver como se escuchan los gritos de ánimo y apoyo de tu equipo, de tu familia. No me hacen falta puntuaciones para deciros que sois ganadores. Tenéis lo fundamental para triunfar en la vida, corazón.

Cada miembro aporta un pedazo de sí completando la manada; el corazón, la fuerza, la locura, la ternura, la gracia, la cabezonería, la chispa, la sabiduría, el alma, la sensatez, la empatía… todo eso está en vosotros Mushing Toledo.

Como voy diciendo últimamente, A SEGUIR SUMANDO! 



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