Un domingo, muerta de sueño, preparé tortillas, pimientos, etc. Colocamos todo en el coche y salimos a primera hora de la mañana hacia los Navalucillos. Allí habíamos quedado, por una barra de pan nos separamos y nos reencontramos en un precioso sitio llamado "Merendero Las Becerras".
Siguiendo nuestro camino veíamos lo bonito del paisaje. ¡QUE BIEN!, ya habíamos llegado. Perros, bártulos fuera y ¡¡vamos que nos vamos!!. ¡Cómo mola ir por la ladera de la montaña!, valla ruta CHULA Y BUENA. A partir de ahí se me va nublando la mente. Recuerdo unas gargantas muy bonitas donde nos hicimos fotos, y unas escaleras de madera que me empezaron a decir: "Noé, ¿dónde vas?. Vete con Rosi?".
No vi el paisaje de subida, pero... ¿cómo iba a mirar?. Si no mirabas al suelo te resbalabas y caías por el terraplén ( como el de la foto ). Todo eran subidas de 95 grados, empedradas. Mis piernas y mi culo pedían parar, pero mis niños, mi marido y mi perro seguían . ¿Cómo les iba a dejar?.
Y empezaron a salirme de la boca palabras... que bueno.... me cagué en el Presi, en un tal José Luis, nuevo en el club que ya me presentarán. Venga a subir... y Fernando me animaba sin saber que en ese momento le metería el bastón por el ojo y se lo retorcería. Pedruscos y mas pedruscos que había que pasar, y allí a lo alto una roca que unos decían que tenía cara de un rey cuando yo lo que veía era a Homer Simpson.
Después de pasar según ellos un precioso bosque cuesta arriba, divisé una esplanada. "¡AQUÍ nos quedamos!", pero no, ese tal José Luis tiro para adelante y Petri intentó animarme, y yo insistí para que comiéramos en esa arboleda, pero de repente pasó un gran ciervo que Petri casi toca y yo, admirada, grité. El ciervo voló por nuestro lado y me subió la adrenalina, lo que hizo que no protestara y siguiera, pero cuando vi otra vez esa pedazo pendiente pensé "¿Por qué coño iba yo a subirla; estamos locos o que?".
Pienso yo: Antonio se ha roto el pie, los gemelos del Master se habian pegado y se habia echo daño, Marta iba roja como un tomate, Petri Lara y Manolo iban bien por fuera, por dentro no sé ( que envidia ). José Antonio, Alberto, Sergio y Nerea sobrados. Nandi, Víctor y José Luis (jajaja) iban callados por temor a las represalias de Noelia. Montse era de las mías, pero en vez de enfadarse se resignó.
Culminamos la cima, y con un paisaje espectacular nos pusimos a comer, en el pico mas alto de Toledo.
Ahora toca bajar, yo no quería volver por el mismo camino ya que le cogí manía.
Engañada vuelvo a tirar para abajo... ¡Ohhhhh que bien!.. ¡Qué paisaje!, precioso... ¡cuidado!, no tropieces que te suicidas ... el bosque mágico, encantador. Si es que me lo había perdido todo en la subida. Mi cabeza sólo pensaba en maldecir y mandar a tomar por ...., que por lo visto lo dije tambien en voz alta.
Bueno, cuando quedaba una hora pregunté a un buen hombre cuanto quedaba porque del grupo ya no me fiaba..."nada, 5 minutos", me dijo. Eso me recordó a que cada vez que preguntaba a mi grupo siempre quedaban 5 minutos. Llegamos a los coches y allí entre risas, amigos, comida y anécdotas pasé el mejor rato. Estábamos todos juntos.
Bueno Rosi en resumen, me duele el culo, que no te engañen.
Firma: Noelia
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