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sábado, 1 de febrero de 2020

Los 101 km de Ronda por Jesús (Johuei) Caro

Mis queridos Yayo y Máster, compañeros de este Club que me acogieron ya hace unos años y con los que comparto sudor, risas, cervezas y, porqué no decirlo, algo de sangre. Ellos son los instigadores de estas locuras, a las que me dejo llevar como el lado oscuro llevó a Darth Vader...
Ya había corrido esta prueba hace unos años y fue tal la sensación de plenitud y orgullo, que repetirla y más en compañía ahora de ellos era más que otro reto loco, era una aventura.
Pero está claro que sufrir íbamos a sufrir.

La preparación de este tipo de pruebas a mi entender consiste más en fortaleza mental que física, aunque está claro, el componente físico es fundamental por la distancia en km y por el tiempo que haga.

Llegamos a Ronda los tres compartiendo risas, anécdotas y con las mochilas preparadas.
La tarde-noche del Viernes, antesala de la carrera, la pasamos cenando en el complejo montado por los militares y tomando alguna cerveza. 
Esta vez, a diferencia de la anterior, mi alojamiento es en la misma Ronda. Lo que supuestamente me daría un poco más de tiempo para dormir. No fue así. Máster nos hizo levantarnos con bastante tiempo de antelación a la prueba.

Una de los condicionantes que puede hacer que esta prueba se convierta en un infierno es la temperatura y en esta edición el termómetro se disparó a niveles de pleno verano. Mis peores temores se iban hacer realidad y sufrir se convertiría en nuestro credo.

Salimos a las 10:00 horas del Sábado 11 de Mayo. Un tropel de corredores de todas las edades, condiciones y vestimenta habida y por haber. Nuestra estrategia consistiría en trotar y andar según nos pidiera el cuerpo. Esta prueba hay que tomarla con cabeza, pero también intentando disfrutarla sin pensar en qué nos depararán los kilómetros.
En mi caso, el calor es un inconveniente más que una ventaja, sufro ya de por sí cuando el termómetro supera los 20 grados sin hacer nada y creo recordar que ese fin de semana iba hacer más calor de lo normal para estas fechas. De hecho, tuve una pequeña pájara sobre el km 30 y si no llega a ser por las sales que me tomé otro gallo hubiera cantado.

Calor, calor y nada más que calor. Un sol abrasador hacía que cuerpo, mente y espíritu flaquearan de vez en cuando. Esperaba la noche como si fuera un vampiro.
La hidratación en los puntos de avituallamiento se antojaron de lo más importante y a tener en cuenta, a parte de lo que cada uno llevara. Como no, la Legión, organizadora de esta prueba, despliega todo su arsenal de gente y medios.
Hasta que no llegara la noche, que no fue hasta cerca de las 21.00 horas, sabía que lo único que podía hacer a diferencia de la anterior ocasión, que el tiempo fue un aliado, era echar voluntad y como digo yo: mirar abajo y tirar como un mulo. Mis pateos por mi querida montaña, cargado con mochilas de bastante peso, me han convertido en un verdadero sufridor.
Yayo y Máster iban compartiendo charlas a las que yo me sumaba de vez en cuando, porque es verdad que prefiero cuando me encuentro en este tipo de situaciones sumergirme en mis pensamientos y en la música que me acompaña. Sobre todo en esta edición que tanto sufrí.

A parte del extremo calor que pasamos, enseguida empecé a sufrir con las temidas ampollas. Cabe decir que aparecieron muy pronto, más pronto de lo que yo hubiera querido o más bien, que nunca hubieran aparecido, porque sí, es verdad que son el enemigo de esta prueba. Ya puedes cambiarte de calcetines cada poco, usar vaselina, comped, u otros remedios, pero fue en vano. En mi caso aparecieron sobre el km 40. No quería, o mas bien no podía, imaginar hacer 60 km con ellas.
Advertí a mis compañeros de mis problemas con la boca chica pero no les quise hacer partícipes de lo mal que iba a causa de dichas ampollas. Tocaba tirar de coraje y fuerza interna.

Llegué a Setenil, punto de cambio de ropa, con la intención de afrontar lo que quedaba de prueba, es decir, un poco menos de la mitad, en la mejor de las condiciones posibles. Para ello me cambié por completo de ropa y de zapatillas. Usando mis viejas Asics que fue todo un acierto, más moldeables a mis pies y más domadas.

La noche ya era nuestra. Yayo y Máster parecían más fuertes e iban tirando, sobre todo Yayo, que  aprovechaba casi siempre para trotar. Es una guerrera.
Ya las caras eran más serias, rotas por alguna broma de Máster. Yo intentaba seguirlos a duras penas, pero sin tirar la toalla. Dar pasos con los pies sin poder plantar del todo por las ampollas se convertía en una ardua tarea. Esto hacia que sufriera también de tobillos y gemelos por el mal pisar. Tuve que parar en alguna ocasión para curarme y cambiarme de vendajes y calcetines.
La noche se hacía ya muy larga, los kms parecían no pasar o hacerlo muy despacio. Robaba los metros uno a uno con el sufrimiento de un espartano. Ni si quiera la parada en el cuartel, donde la cena caliente y algún analgésico se hicieron indispensables.
Pensar en los más de 20 km que me esperaban en esta ocasión hasta llegar a meta se me hacían insuperables y no fue sino paso a paso, metro a metro, como conseguí llegar a las proximidades de Ronda. Ya la teníamos delante de nosotros y aún así parecía que se alejaba.

El recorrido fue otro de los cambios que tuve que soportar a diferencia de la otra edición. Los últimos km fueron por una especie de calzada romana de cantos que actuaban como puñales ante mis doloridos pies. 
Si la otra vez terminé corriendo los últimos 10 km y a un ritmo genial, en esta ocasión el dolor fue mi compañero hasta meta.
Mis compañero Yayo y Máster, este último fresco como una rosa, se convirtieron en mi referente en esta ocasión para acabar la que, según luego nos comentaron, ha sido una edición infernal de los 101 KM de Ronda.

Quiero mencionar a mis otros compañeros de Club que también participaron en esta prueba, aunque iban por detrás de nosotros y en ningún momento coincidimos José y Yoli. O Jesús, que en esta ocasión se enfrentó a la prueba en la modalidad de bike. Grandes, muy grandes.
La gente me pregunta por qué lo hago y si volveré hacerlo. Soy una persona de retos y que prefiere hacer las cosas a que se las cuenten. Así que retos espero que la vida me de muchos y que pueda afrontarlos y más cuando se hacen en tan buena compañía.
En esta ocasión no me pudo acompañar mi chica Merce, pero tuve su fuerza, su pensamiento y sus palabras de aliento (aunque no comprende como puedo hacer estas cosas) como motor de esta proeza.
¡FUERZA Y HASTA LA PRÓXIMA!


martes, 12 de noviembre de 2019

V Cigarra Toledana by Silvia


Uno de mis objetivos cumplidos, Media Maratón " La Cigarra Toledana" no es para contarlo es algo para vivirlo ¡espectacular!


10/ 11/ 2019. Salida y meta en Cigarral del Ángel, no contaba con hacerme mi primera media maratón antes de acabar el año. Muy buena temperatura, sin lluvias ni viento, que es lo que yo temía.



Empezamos los primeros km con cuestas pero muy llevaderos y como nunca nos pueden faltar, coincidimos con un chico: Marcos y su perro de agua Choco por delante de nosotros, que hicieron que unos km fuesen más amenos.


También tengo que decir que mi marido Jesús hizo que no se me hiciesen interminables los 22 km acompañándome  desde el primer km hasta llegar a meta.


Y para terminar cual fue mi ¡sorpresa! Pódium de mi categoría Máster A En tercera posición. ¡Algo impensable!



lunes, 11 de noviembre de 2019

VI MARATÓN DE SANTA CRUZ DE TENERIFE by Roberto

Llevaba ya tiempo queriendo hacer esta carrera. Desde que empezaron a organizarla había querido venir, pero por unas cosas u otras, hasta hoy me había sido imposible, y, por fin, este años nos plantamos en Tenerife.



Desde un principio se complicó el fin de semana. Las elecciones obligaron a la organización a cambiar la fecha y, por suerte, la adelantaron al Sábado 9. Si la hubieran cambiado de fin de semana no hubiera podido correrla.
El caso es que llegamos a Tenerife los tres, mi mujer, mi hijo y yo. El Viernes sobre las 12 de la noche tocábamos tierra, y entre llegar a casa, mi mujer es de allí, prepararlo todo y demás, nos dieron casi las dos de la mañana para levantarnos a las seis.
Por  fin llegó el día, la salida era a las 8:30. El día estaba nublado y con algunas gotitas de lluvia, buen tiempo, teniendo en cuenta que había echo muchísimo calor los días anteriores.


Salimos los de la maratón y la media. El recorrido era el mismo para ambos:  km por la ciudad  luego 13 km, ida y vuelta, dirección a la Playa de las Teresitas, sin llegar a ella, odo al lado de las dársenas del puerto por autovía.


La primera vuelta se dio basante ien, eramos bastantes y los kilómetros por Santa Cruz se hacían amenos, aunque no había mucho ambiente de carrera. Luego, los otros 13km, muy aburridos sin nadie que animara.
La segunda vuelta, una vez que acabaron los del 21k, se hizo dura y aburrida, apenas había ambiente y quedamos muy poquitos para el 42k. En ocasiones corría solo, y en la ciudad había veces que era el poco público que había el que nos decía por dónde ir, apenas había gente de la organización indicando y además no estaba marcado el recorrido. Eso dentro de la ciudad, ya fuera, los últimos 13 se hicieron duros de verdad. La mayor parte de este tramo hasta meta corrí solo, en ocasiones con los corredores más cercanos a cientos de metros y sin nadie que animara. Había que tirar de cabeza. Por si fuera poco, tenía problemas con un dedo del pie y con el Tendón de Aquiles, que no me dejaban correr todo lo bien que quería, sin contar,además, con algún problemilla con la tripa que me hizo hacer alguna "para tectónica".


Al final 3:52 y pico para completar una carrera que tenía ganas de hacer por lo que significaba para mí correr en esta tierra, pero que tiene que mejorar la organización.
Al finalizar, el avituallamiento en meta: una botella de agua y las camillas de los fisios, que estaban todas ocupadas por los corredores de 8 km, otro punto a mejorar. Creo que debían haber dejado dos espacios, uno para ellos y otro para maratón, pero bueno, ya está hecho.


, Como anécdota, una vez terminada fui a pedir la dorada correspondiente y me dicen en el bar que no tienen, que o Cruzcampo o Heineken. Obviamente la verde fue la ganadora. 


En definitiva, una carrera joven (6 ediciones) que necesita mejorar en muchas cosas, pero que puede resultar agradecida si se soluciona algún que otro problemilla. 

martes, 29 de octubre de 2019

Transvulcania 2019 by Alejandro

Son las 0:30 del Sábado 11 de Mayo y sigo despierto, el autobús de camino al faro de Fuencaliente sale a las 04:00 y no me puedo dormir. Es mi segunda participación en la Ultra de Transvulcania y estoy más nervioso que en mi primera vez. He entrenado mucho, pero creo que no lo suficiente en montaña por motivos laborales y eso es lo que me está comiendo la cabeza. El despertador suena a las 3:00 de la madrugada y me da la sensación de que no he descansado lo suficiente. Como, me hidrato, repaso, preparo todo el material obligatorio y salgo de camino al punto de recogida de la organización. El autobús sale puntualmente y llegamos a la salida a las 4:45, momento en el que los nervios van aumentando. En el faro me encuentro con gente conocida, los Bikilamanjaro están por allí y charlo un rato con ellos. Esto me hace la espera más llevadera.


A las 5:15 abren el control de salida y la revisión de material. Nos vamos situando en la línea de salida poco a poco y el ambiente se va animando cada vez más. La salida es puntual, a las 6:00, y se produce esa serpiente de luz mágica producida por los frontales de todos los corredores. Empezamos a correr y a subir desde el minuto cero, la carrera sale desde el nivel del mar. La idea que tengo es pasar por el pueblo de Los Canarios (km 7) lo antes posible para evitar el embotellamiento que se produjo en mi anterior participación. Paso en 1h:17´:58” disfrutando de los ánimos de un pueblo volcado con la carrera.

Seguimos subiendo y vamos disfrutando del amanecer y de esas maravillosas vistas que nos proporciona la isla. Mi siguiente objetivo es intentar llegar al paso por el control del Pilar antes de las 4:00 horas de carrera (km 24,2), para intentar reunirme con Luis, mi compañero de aventuras que hacia el maratón. En la bajada hacia el Pilar empieza a molestarme el estómago y tengo una sensación de pesadez terrible. Llego al control con 4h:10´de carrera y esto me hace perder la posibilidad de correr acompañado.

Son las 10:30 de la mañana y empieza a hacer mucho calor. Desde el Pilar al Reventón se “llanea” bastante y se puede correr a buen ritmo. La sensación de pesadez del estómago va desapareciendo y empiezo a adelantar a corredores. Desde aquí nos esperan las subidas al Pico de la Nieve (Km 42,26) y al Pico de la Cruz (km 47,4). En estos avituallamientos intento hidratarme todo lo posible y protegerme del sol con bastante crema solar. El calor empieza a ser insoportable. Desde este punto al Roque de los Muchachos (km 51,8) son solo 4 kilómetros, pero tardo en hacerlos 1 hora.  Me presento en el Roque con 09h:32´:03” de carrera y con unas muy buenas sensaciones. El avituallamiento es un caos, está bajo una carpa cerrada. Hay muchísimos corredores y hace muchísimo calor. Por intentar salir de ahí lo antes posible cometí un error, no me hidraté ni comí lo suficiente. Desde aquí hasta el Puerto de Tazacorte me esperan 18 km de desnivel negativo, pero lleno de toboganes.

Empiezo a bajar bien y sigo adelantando corredores, pero a falta de 1 km para el control de la Torre del Time (Km 61,9) comienzo a sentir una sensación de calor terrible y me tengo que parar. Sigo caminando hasta el punto de control 11h:12`:46” (son las 17h:12) y busco desesperadamente a los voluntarios que te echan agua en la cabeza. Una vez que consigo refrescarme, beber y comer, salgo del punto de control y sigo dirección al Puerto de Tazacorte (Km 69,28). Los siguientes 4 kilómetros aproximadamente los hago andando, ya que sigo con una sensación terrible de calor y las piernas no me responden. En cuanto la pendiente de bajada va disminuyendo, intento empezar a correr despacito. Parece que mis piernas empiezan a reaccionar y consigo mantener un ritmo. Por fin llego a las famosas “Z” de la carrera. Este tramo es espectacular, es un kilómetro de carrera en donde se baja un gran desnivel zigzagueando y puedes ir disfrutando del paisaje y de los ánimos de los muchísimos aficionados que se sitúan en este tramo.


Por fin llego al puerto de Tazacorte (Km 69,28) con 12h:30´:25” de carrera y paso por el arco de meta del Maratón. Aquí me está esperando Luis y eso me produce un gran apoyo moral. Desde este control hasta Los llanos de Aridane (Meta Km 74,33) son 5 km de subida. El primero se llanea y te permite correr. Del km 70 al 72 se sufre ya que son rampas de gran pendiente y por fin, del Km 72 al 74 se disfruta.


Estos dos últimos kilómetros son una avenida larguísima en donde la gente te lleva en volandas con sus ánimos. Cruzo la meta emocionado, acordándome de todas las personas que me han apoyado y sobre todo, de las que me han soportado durante los meses de entrenamientos. Lloro, me rio, me abrazo con Luis, me inundan un millón de emociones. Otro año más que soy “finisher” de esta magnífica carrera. Al final he conseguido un tiempo de 13h:22´:44”, 24 minutos menos que mi primera participación.


domingo, 21 de julio de 2019

Buff Epic Trail Superada by Natalia

Entre Noviembre y Diciembre de 2018, haciéndonos el calendario de las carreras que correríamos este año,nos propusimos hacer una ultra como reto de la temporada, y a mí se me ocurrió la genial idea de apuntarnos a la BUFF EPIC TRAIL, ya que un par de años atrás había estado viendo la carrera y me quedé con ganas de volver a vivir ese ambiente y correr por esas montañas...
Pasaron los meses y llegó Julio. El día 12 llegamos a Barruera, y nos recibe un ambientazo en el pueblo con toda la organización de la carrera, muchos patrocinadores, recogida de dorsales,etc. A mí ya me empiezan los nervios, pero Joserra parece estar muy tranquilo xD .
Ese día cenamos pronto, preparamos todo lo necesario y nos metemos en la cama antes de las 23:00...la alarma nos suena a las 4:30, así que hay que robarle minutos al reloj. Nos ponemos en pie (yo con mucho sueño), desayuno lo que me entra al cuerpo, Joserra un poco más y nos ponemos en camino hacia la salida🙈


Ya en la línea de salida me coloco atrás, bastante reservada, porque he venido a disfrutar y a terminar, esos son mis objetivos. Joserra quiere colocarse un poco más adelantado porque cree que es mejor apretar algo más en los 15 primeros km antes de que empiece el calor, él sale más fuerte y hasta la primera subida no lo pillo. 


Vamos juntos adelantando a gente en la subida pero a un ritmo suave para lo que estamos acostumbrados, pensando que aún quedan muchos km por delante...en el km 10 me dicen que voy en 2a posición, y a partir de ahí me cambia el chip y pienso, si puedo mantener estos ritmos que no son demasiados exigentes, ¿por qué no voy a intentar mantener esta posición? 


Avanzamos hasta el km 33, en el que tenemos un punto con mochila para hacer cambios de material, zapatillas, comida y ahí Joserra se para porque va con el tobillo dolorido debido al roce de la zapatilla y debe ponerse algo en la zona ,me dice que tire y no pierda la posición... En ese punto me adelanta otra chica y me coloco tercera, pero sigo fuerte y con buenas sensaciones e intento ir a por ella, lo que hace que a falta de 4 km para una de las subidas más duras me pase factura y me dé un bajón, pierdo ritmo y empiezo a avanzar más lenta, mientras Joserra avanza rápido y me ve desde la parte baja de la subida, él va más fresco.
Llego al km 40 algo mejor. Avanzo por las crestas hasta llegar al km 47 donde hay una bajada muy técnica y pierdo mucho tiempo en ella, me adelanta una chica y me quedo en 4a posición. Joserra se resiente aún más del tobillo y después de esa bajada, en el km 50, tiene que parar a ponerse otro Compeed, la zapatilla le sigue rozando y a partir de ahí empieza a bajar ritmo porque cada vez le duele más... En cada avituallamiento, pregunta a los voluntarios en que posición voy yo.

Llegamos a las últimas subidas, yo voy cada vez peor, las piernas ya no me van y tengo que parar cada poco tiempo para recuperarme...La cabeza no me ayuda😓 Me dicen que la tercera va muy cerca...pero las subidas se hacen eternas y hay una detrás de otra, no se acaban nunca. Joserra va muy bien de piernas, pero el tobillo le hace ir cada vez más lento y no consigue cogerme.
Llegamos por fin a la última bajada, 10 km faltan para meta. De nuevo muy técnica la primera parte de esta, lo que me vuelve a hacer ir lento. Por fin llegamos a una pista desde la que se ve y se oye el pueblo, nos adentramos en un pequeño sendero desde el que creo ver que se acerca una chica por detrás y aprieto los últimos km para mantener esa 4a posición. Por fin entro en el pueblo y veo los últimos metros del recorrido. Llego a meta y la emoción me invade, 12h45min.


Llego cuarta, pero tercera senior y la carrera está acabada, por fin, después de tanto sufrimiento. En ese momento hablo con la organización porque estoy preocupada por Joserra, acabo de ver una llamada suya, después me dice que me había llamado para ver si había llegado ya y en qué posición...
No se nada de él, me preocupa que haya tenido que abandonar o que este mal😕
A Joserra la última bajada también le pasa factura por su dolor en el pie, tiene que bajar andando el último tramo muy a su pesar y llega a meta en 13h45. 
Al entrar en meta nos abrazamos,hemos conseguido nuestro objetivo de temporada 💪!!


Ahora estoy cansada pero muy contenta por el resultado y porque la carrera es espectacular. A Joserra no le ha quedado tan buen sabor de boca. Se le ha quedado la espinita de poder haber ido más rápido y quiere repetir el año que viene para quitársela. Yo me conformo con la maratón para la siguiente edición 😝😝, esta se me ha hecho muy larga jajajajaja Pero una experiencia así, había que vivirla...😊